¿Por qué cuidar lo que como si estoy de vacaciones?
Estoy seguro que a ti como a mi, te ha pasado que usas las vacaciones para salir de la rutina, digo al fin de cuentas ese es parte del objetivo de tomarse unas vacaciones. Parte de ese salir de la rutina es el deseo de “destramparte” y comer todo lo que quieras, sin límites y sin medidas. Sin embargo, déjame decirte que hacer esto no es necesariamente sinónimo de disfrutar más tus vacaciones, es más, en ocasiones puede ser totalmente lo opuesto.
Este artículo es una continuación de esta serie de artículos relacionados:
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- ¿Por qué cuidar lo que como si estoy de vacaciones?
- Haz Ejercicio
Hay muchas razones por las que debemos de cuidar lo que comemos y hacer ejercicio cuando viajamos. Por favor tomen en cuenta que no soy nutriologo ni tengo conocimientos profesionales en entrenamientos físicos, solo soy un simple viajero y lo que a escribo es en base a mi propia opinión y experiencia, lo que ha funcionado para mí puede que no sea apropiado para ti.
Estas son las principales razones por las que cuido qué como durante mis viajes:
No subir de peso
Para mí esta es la principal razón por la que cuido lo que como. Sólo necesito unos cuántos días de comer desordenadamente para empezar a notar que estoy subiendo de peso y al regresar del viaje no falta que me digan el típico: “¿Estuvo buena la comida verdad?”
Prevenir Enfermedades
Es muy fácil que tu sistema digestivo no reaccione positivamente al proporcionarle un alimento al que no está acostumbrado. Créeme que no quieres desperdiciar días de tu viaje encerrado en tu hotel o peor aún en alguna clínica debido a una diarrea o infección estomacal. Por eso, procuro evitar alimentos altamente guisados o de dudosa procedencia. Eso no quiere decir que no pruebe de todo cuando estoy de viaje, simplemente lo hago con moderación.
Pasarla mejor
Si tu cuerpo se siente bien, tú también estarás igual. Disfrutarás más cada momento de tu viaje, no tendrás ninguna distracción de ningún malestar que traigas.
Estar activo
El sentir tu cuerpo ligero sin duda alguna te ayuda a estar con más disposición de hacer las cosas, de conocer más. Lo más importante es que reducimos la tendencia al “mal del puerco”, el querer tomar una siesta después de comer. No se imaginan el tiempo que se pierde cuando hemos comido demasiado.
¿Por qué es tan difícil cuidarnos cuando viajamos?
Decisión
Si desde el principio vamos con la mentalidad de “reventarnos”, no te sorprendas cuando al regresar tengas esa sensación de estar “hinchado”. Una vez más, no digo que te prives de nada, solamente hay que comer inteligentemente.
Buffetes
Este es probablemente el enemigo más difícil de combatir. Es muy común en los viajes comer un buffet. Y no es que sea malo, al contrario, aquí puedes encontrar muchísimas opciones saludables qué comer. Lo complicado para mí, es no dejarme llevar por todas las tentaciones que siempre vamos a encontrar en las barras de los buffetes. Algo más que pasa con este tipo de servicios, es el que queramos desquitar el precio que pagamos, créanme que a este tipo de establecimientos no le hacemos ningún daño si nos comemos todos los waffles, todo el tocino y todas las salchichas.
Desayunos incluidos
Esto es algo complicado, sobretodo si queremos ahorrar. A todos nos gusta que nos incluyan los desayunos como parte del hospedaje, sin embargo, no siempre es la mejor opción en cuestión de nuestra alimentación.
Caro
Cuando salimos de viaje con un presupuesto limitado, sabemos que nuestra dieta estará basada en McDonalds, pizzas, y pastas. Es un hecho que ser un poco más selectivo en lo que comemos nos va a costar un poco más de dinero. Es cuestión de darle prioridad a lo que le estamos metiendo a nuestro cuerpo. Siempre hay maneras de buscar alternativas para no gastar tanto, en todo el mundo hay ensaladas, sí, nos va a costar un poco más que una hamburguesa, pero te vas a sentir mejor.
Mis Recomendaciones
Siempre que salgo de viaje me mentalizo a cuidarme lo más posible, hasta donde sea posible, sin alterar mi viaje ni que se vuelva un problema. Claro que hay ocasiones que como de todo, debo admitir que no hay nada que no me guste, como de todo. Sin embargo hay que hacerlo inteligentemente.
Tener una estrategia de comidas
Técnica 80/20
Me ha funcionado muy bien esta técnica, en la que el 80% de mis comidas son sanas, y el 20% son para consentirme, ahí como de todo.
No comer 2 comidas malas seguidas
Si sé que me pasé con una comida muy pesada, le doy chance a mi cuerpo para que la procese y se recupere. Ese 20% del que hablaba en el punto anterior lo divido en diferentes ocasiones, nunca todo junto.
Alcohol
Siempre he dicho que hay que tomar inteligentemente, lo que también le llamo con propósito. Cuando viajo no tomo sólo por tomar, mucho menos todos los días. Siempre hay días para salir de fiesta, o alguna ocasión especial. Además del contenido calórico que le ingresas a tu cuerpo, cuando estás “happy” te olvidas de tu régimen alimenticio y te comes esa deliciosa pizza. Ah, también el día siguiente generalmente no lo puedes disfrutar al máximo. Y lo más importante, el alcohol es caro, así que tu gasto aumentará considerablemente. Al menos que tomes botellas de vino de 1€ como solía hacerlo cuando vivía en Austria 🙂
Busca Opciones
El viajar con un presupuesto limitado no es una excusa para comer mal, cuando he viajado de mochilero me he dado cuenta que siempre hay más opciones para no comer mal. En los hostales generalmente hay cocinas que puedes usar. Así que fácilmente puedes preparar tu comida, así ahorras y comes mejor. Alternativamente, en las tiendas de autoservicio siempre venden comidas preparadas o congeladas que son bajas en calorías. Recuerdo haber hecho esto múltiples veces, sobretodo en Estocolmo, Suecia dónde cada comida por muy barata era extremadamente cara para mi.
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